Dale la vuelta a las cosas y verás sólo lo que quieras ver: Colores
todas las entradas se despiertan ahora en connotaciones hermanas. Ahora se miran las palabras, solas con su color, el blanco era su nexo-formal, lo diurno. El negro, como la noche-imaginario-J.Burgos, es para otra cosa, ahora se reconocen y buscan su significado primero, algunas se gustan otras se repudian.

II
Bajo la funesta y libidinosa tela, las palabras se revisan el sema, lo palpan con las manos abiertas. Cada palabra está pendiendo de un hilo que les tira desde arriba, desde la cabecera de esta estampa, colgadas, inquietas, desnudas en su implicación...algunas intentan ser correspondidas y corresponsales..."Cubrí con una sombra mi vergüenza y mi pena. Me dispuse a una fraternidad sin esperanza" recuerda la palabra: Verdaderos, sobre un poema de Gamoneda. Grita. Se oye a sí misma, curiosidades del señor eco.

III
Las criaturas dramáticas desconocen lo que ocurre a su alrededor y así las nuestras, criaturas léxicas que se intentan descolgar mientras silban su contenido mirando cada una a su espacio y toooooda esta escena suena a: Ligeti en un capricho. Hay sin embargo una de ellas que no se corresponde con ninguna otra,( habéis pensado alguna vez a quién correspondéis ). Que se sopla al oído, con ayuda de las que ve alrededor, unos versos de Jacques Ancet : Mais chaque fois il est tard. comme si le passé seul visible. L´instant n´étant qu´un obscur sursaut oú s´enracine le désir: un geste involontaire qui ouvre et efface le jour. Pero cada vez es demasiado tarde. Como si el pasado fuera visible. Pues el instante no es más que un oscuro sobresalto donde arraiga el deseo: un gesto involuntario que abre y borra el día.