Y bajo el sol amarillo, sentado en una piedra, sin la menor garantía, el hombre ahora disfrutaba como si no comprender fuese una creación. Ese cuidado que uno pone en transformar la cosa en algo comparable y por lo tanto abordable, y, sólo a partir de ese momento de seguridad, mira y se permite ver, porque afortunadamente ya será demasiado tarde para no comprender [...]
[...]Y no comprender le estaba ofreciendo de repente el mundo entero.
[...]Y no comprender le estaba ofreciendo de repente el mundo entero.
La manzana en la oscuridad. (Extracto de "Cómo se hace un hombre).
Clarice Lispector
2 comentarios:
¿Ves? Ahora me toca releer a Lispector, menos mal que no me cuesta trabajo... ¡Je, je!
Saludos desde Toletum,
Bea.
Clarice es para releer cada vez que se pasa una página, volver y volver, desde luego esta primera parte de la manzana es brutal. Un besazo desde las ojeras del guadiana.
Publicar un comentario