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Primero le compramos una pelota de goma, de esas que saltan mucho, a la pelota le pusimos celo, porque botaba mucho pero no hacía el ruido que les gusta a los felinos.

Como no le hacía mucho caso, decidimos comprarle algo ya hecho específicamente para gatunos, en fin, un ratón, qué gato se resiste a eso, y con tantos colores, infalible peeeero...

Nada, resulta que su gran juguete, su mejor amiga, su confidente y su archienemiga
cuando juega a dar saltos, y su cómplice en el pasillo es...ta chán ta chán...un trozo de fregona...


En fin, todo una lección de consumo, sé feliz gatica, hija mía, sed felices amigos y amigas, con lo que tengáis, este año y todos los demás.

3 comentarios:

Erredé dijo...

A tu gata me la tienes que presentar un día a ver si aprendo de ella y dejo de consumir como un poseso.
Pos eso, que pases un gran año rodeado de gente querida.

Anónimo dijo...

Cosas de gaticos y monetes, qué le vamosa hacer. Leo ha sio superamigo esta Navidad de una bola del árbol y del espumillón, que comía con placer felino.

Feliz comienzo de año para ti también!!!!

maiz de agua dijo...

Iau IAUUUU...

Y es que saben mucho más que los ratones coloraos ;)
es que menos es mas¡¡¡