Dormición de la nieve
[...] Este hombre, y que será, vendrá a morir
al repliegue de una rosa de frío
después de dar su nombre a toda nieve
nacida de la tierra y retornada a ella
como el agua nocturna que el corazón acoge
este hombre que ha entregado a todo sueño
su cuerpo de amor y su olvido, un poco
de nieve viva que el frío amedrenta
[...] Este hombre que perdió su nombre níveo
afuera están su madre y su caballo
pero él abrevándose de leche se demora
leche de la muchacha más oscura
la más desnuda junto a sus estambres
sentada y viva con su lencería
de sangre soñando eso con el agua sobre sus hombros
haciendo destellar de sus hombros la sombra
Él esta en su tocador ayudando a su muerte
meditabunda y que le ofrece un fruto
toma dos frutos para el corcel-sale
y no hay corcel ante su puerta sino
como un brusco millar de inmensas liras
la llama con la llama con la lluvia.
Salah Stétié, fiebre y curación del icono.
5 comentarios:
quien diría que es la mancha?
No conocía a este autor, parece interesante, dónde está editado?
Está en Visor, es un autor libanés pero afincado en Francia.
hello matiné
Estimados amigos: os recomiendo la lectura de Stétié. Yo mismo he traducido la obra editada en Visor y conozco personalmente al poeta.
Desde luego es un poeta difícil, que une la modernidad occidental a la mística oriental; pero si uno no teme adentrarse en los laberintos sin salida del sentido, encontrará en esa poesía una gran fuerza vital.
Si queréis comentar algo conmigo no lo dudéis.
Un saludo,
Evelio.
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